Esta noche me ha llegado una información que creo debo exponer aquí. Unas fotografías y unos datos acerca de la Calle Covadonga, su historia, el paseo hacia La Estación, los árboles de la misma; y todo en relación a las obras que se están llevando a cabo en la calle y que en un post anterior contaba. Unas de las actuaciones previstas en la obra o al menos contempladas entre las posibilidades de la futura decoración de la calle es el cambio de todos los árboles por palmeras. Todo pendiente de la disponibilidad económica y siempre con la buena intención de los técnicos por hacer una buena obra y dejar la calle como se merece. Pero creo que hay que tener en cuenta también otra serie de aspectos no menos importantes que la estética o la funcionalidad, sobre todo cuando se tratan de obras públicas que pueden afectar a elementos que nos pertenecen a todos y a todas, a nuestra historia, que son parte de nuestro patrimonio, cultural, natural y social.
El Paseo hacia la Estación, lo que actualmente es la Calle Covadonga se construyó en 1883 y por entonces sembraron 350 acacias. Árboles idóneos para una paseo grande, espacioso; árboles que crecen relativamente rápido y que proporcionan una sombra estupenda. Así lo pensaban nuestros antepasados y así lo desarrollaron. Algunos de esas acacias siguen hoy en la Calle Covadonga...
Esta primera fotografía, de 1910, tiene en primer plano la vía que iba desde la estación hasta la minas Santa Isabel (el actual polígono), que pasaba por detrás de la plaza de toros y cruzaba la calle la Mina. Se ve también el Jardín que sólo tenía el edificio central (el que han tirado para hacer la residencia de estudiantes) y estaba rodeado por una valla de madera. Era la única construcción que había en todo el Paseo, pues, ni campo de fútbol ni plaza de toros. Fijense en la fila de grandes árboles, de sombra, que sube hasta la Plaza del Santo.

Esta segunda es de 1935, delante de la plaza de toros. Árboles de sombra replantados no hacía muchos años, a ambos lados de la calle.
En la tercera, de 1953, se ve el paseo plantado de eucaliptos, una pequeña barbaridad, pero justificada porque se replantaron tras la Guerra Civil y no había dinero para comprar otros ni regar. El eucalipto es fácil de plantar y apenas necesita riego. En cualquier caso lo que se buscaba era lo de siempre, sombra (estos eucaliptos estuvieron poco tiempo más, pues el Ayuntamiento los vendió a Agustín Rojas, que los usó para entibar minas).
Existen datos y documentos en los que se reflejan las fechas, costes de construcción y mantenimiento, justificación de las obras, personal técnico responsable e incluso como el pueblo a través del ayuntamiento prestó y adelantó dinero a la Diputación Provincial (algo increíble e impensable hoy en día, ¿no?) para poder acometer toda la obra del paseo que por entonces fue grandiosa.
Y yo me preguntó, ¿podrán naranjos y palmeras dar tanta sombra como una acacia o como cualquier árbol grande que ya existen en la calle? ¿Qué preferirán los padres que van a recoger en los meses de abril y mayo a sus hijos y ellos mismos al colegio andando, o los estudiantes universitarios que transitan por la calle todos los días, sombra o una calle "apalmerada"? No quiero parecer demagógico con esta última pregunta pero supongo que la respuesta es la primera opción.
Me gustaría terminar con una reflexión y con un mensaje curioso que pude leer esta fin de semana. Fue en un graffity pintado en una madera colocada en la plaza del Zoco en Córdoba para un festival de hip hop que tuvo lugar el sábado por la noche. EL mensaje rezaba lo siguiente, "EL PROGRESO DESTROZA NUESTRAS RAÍCES Y CON EL TIEMPO LAS ECHAREMOS DE MENOS". En un primer momento me resultó curioso y me sonaba más a mensaje de puerta de servicio de gasolinera que a reinvidicación social, pero después de ver estas fotografías reconozco que me acordé de la madera y del graffity.
Existen soluciones técnicas para evitar o al menos minimizar la acción de las raíces de un árbol grande sobre un nuevo acerado, una de ellas y muy barata es la de colocar un delgado tubo de pvc junto al tronco, hundirlo en la tierra a modo de canal para regar el árbol a una suficiente profundidad para que las raíces no crezcan hacia arriba y levanten las baldosas. Seguro que existen más y aunque sean económicamante más altas, ¿qué es más caro, destrozar nuestras raíces o mantenerlas gastando unos euros?
Gracias a José Antonio Torquemada por las fotos y la información.
PASEO DE LA ESTACIÓN, podría ser un bonito nombre, ¿no?.